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Más de 10.000 piqueteros acampan en la principal avenida de Buenos Aires
La movilización provoca un caos en el centro de la capital
La Avenida 9 de julio cruza la ciudad de norte a sur
En la mitad de la calle más ancha de Sudamérica los jóvenes disputan un partido de fútbol mientras que las mujeres preparan el desayuno en unas ollas gigantescas que han colocado sobre el asfalto.
Más de 10.000 piqueteros, como se conoce a los activistas de los barrios marginales de Buenos Aires, se instalaron la tarde del lunes en la Avenida 9 de Julio, que atraviesa la ciudad de sur a norte. De allí han dicho que no se mueven mientras el gobierno no atienda a sus reclamos.
Ya han transcurrido 24 horas desde los manifestantes ocupan la estratégica vía, bajo la mirada impávida de los agentes de la Brigada Antidisturbios. El alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, criticó severamente al gobierno, por permitir "que los violentos se apoderen del espacio público".
Los representantes de diez organizaciones de piqueteros exigen ser ellos quienes administren el plan de creación de empleo que la presidenta, Cristina Fernández, anunció a principios de octubre.
Fernando Esteche, líder de Quebracho, el más radical de esos grupos, alega que el proyecto para crear 100.000 nuevos puestos de trabajo no puede quedar en manos del gobierno.
"Ellos se manejan con criterios clientelistas. Reparten lo que haya que repartir entre los pobladores que van como ganado a los actos de Cristina". El jefe del gabinete, Aníbal Fernández, responde con el mismo argumento: "Hay grupos que pretenden apoderarse de los fondos sociales para extorsionar a los pobladores y obligarlos a participar en los cortes de rutas".
Mientras las autoridades intentan abrir un diálogo con quienes han instalado carpas y catres de campaña en la avenida, y montan guardia blandiendo gruesos palos muy cerca del Obelisco, el ciudadano común debe hacer un rodeo de dos kilómetros para llegar a los lugares de trabajo y a las escuelas.
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/11/03/internacional/1257252729.html
La movilización provoca un caos en el centro de la capital
La Avenida 9 de julio cruza la ciudad de norte a sur
En la mitad de la calle más ancha de Sudamérica los jóvenes disputan un partido de fútbol mientras que las mujeres preparan el desayuno en unas ollas gigantescas que han colocado sobre el asfalto.
Más de 10.000 piqueteros, como se conoce a los activistas de los barrios marginales de Buenos Aires, se instalaron la tarde del lunes en la Avenida 9 de Julio, que atraviesa la ciudad de sur a norte. De allí han dicho que no se mueven mientras el gobierno no atienda a sus reclamos.
Ya han transcurrido 24 horas desde los manifestantes ocupan la estratégica vía, bajo la mirada impávida de los agentes de la Brigada Antidisturbios. El alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, criticó severamente al gobierno, por permitir "que los violentos se apoderen del espacio público".
Los representantes de diez organizaciones de piqueteros exigen ser ellos quienes administren el plan de creación de empleo que la presidenta, Cristina Fernández, anunció a principios de octubre.
Fernando Esteche, líder de Quebracho, el más radical de esos grupos, alega que el proyecto para crear 100.000 nuevos puestos de trabajo no puede quedar en manos del gobierno.
"Ellos se manejan con criterios clientelistas. Reparten lo que haya que repartir entre los pobladores que van como ganado a los actos de Cristina". El jefe del gabinete, Aníbal Fernández, responde con el mismo argumento: "Hay grupos que pretenden apoderarse de los fondos sociales para extorsionar a los pobladores y obligarlos a participar en los cortes de rutas".
Mientras las autoridades intentan abrir un diálogo con quienes han instalado carpas y catres de campaña en la avenida, y montan guardia blandiendo gruesos palos muy cerca del Obelisco, el ciudadano común debe hacer un rodeo de dos kilómetros para llegar a los lugares de trabajo y a las escuelas.
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/11/03/internacional/1257252729.html
