Human Press
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Human Press

Foro interno de Human Press


No estás conectado. Conéctate o registrate

Árboles fósiles, negacionistas del calentamiento global y matemáticos avezados

Ir abajo  Mensaje [Página 1 de 1.]

Albert Reyes

Albert Reyes
Admin

Árboles fósiles, negacionistas del calentamiento global y matemáticos avezados

La negaciosfera del calentamiento global vuelve a las andadas con un gran (y nuevo, y siempre definitivo) descubrimiento que el calentamiento global es un tufo.

A por la dendroclimatología que es de goma!!
En este caso se trata de un matemático, McIntyre, (sin conocimientos de climatología) que ha decidido atacar un estudio de algo tan intrincado como la dendroclimatología de Keith Briffa, un experto, precisamente en esto de la dendropaleoclimatología.
La dendroclimatología, esa ciencia, y el calentamiento global
¿Y que es eso de la dendroclimatología?, pues el estudio de los anillos de los árboles fosilizados (o vivos) para ver cómo era el clima en el pasado en algún lugar del mundo. Los árboles crecen en verano y dejan de crecer en invierno, lo cuál deja una serie de anillos de crecimiento en cada árbol que nos permite ver por un lado su edad, y por otro el ritmo de crecimiento que ha tenido año tras año. Esto permite deducir cosas como que si un anillo determinado es muy ancho ese año el árbol ha gozado de buena salud (no ha tenido parásitos) y ha tenido suficiente radiación solar, agua y recursos como para desarrollarse con toda potencialidad. Los anillos estrechos indican que o bien el árbol tenía alguna patología, o bien limitación de recursos (el verano no fué muy cálido, fué un año seco, etc…).
Por tanto en un conjunto de muchas muestras de fósiles dendrológicos se pueden encontrar elementos que ayuden a interpretar como era el clima en el pasado en un momento determinado, en comparación con los árboles vivos de hoy.
Eso es lo que realizó el estudio de Keith Briffa (publicado bajo Peer-Review, obviamente), utilizó un conjunto de muestras de un estudio anterior de unos dendroclimatólogos rusos y utilizó un análisis que intentaba encontrar la evolución decadal o centenaria de las temperaturas en la región de Yamal.
¿El estudio de Briffa es sesgado y el clima no se ha calentado?
McIntyre, el matemático metido a dendroclimatólogo afirma que Briffa y su equipo había realizado una muestra sesgada de los árboles (excatamente tan sesgada que era la misma que utilizaron los dendroclimatólogos rusos para analizar la variabilidad del clima anual y no a largo plazo), intentando demostrar que en las últimas décadas y en el siglo XX, la temperatura había aumentado. McIntyre escoge, a su manera, los datos de muestras dendrológicas de otra zona de la Península de Yamal (Siberia), que ha encontrado por internet, excluye las de Briffa y muestra como en el siglo XX no ha habido ningún calentamiento.
Oh!! cataclismo de la ciencia climática al completo, si el estudio de Briffa está sesgado se refuta toda la tesis del calentamiento global y los datos de temperaturas del siglo XX son todos más falsos que un duro de chocolate.
Los datos dendroclimatología son sólo unos dentro de un mar de datos proxy de la paleoclimatología
Comenzamos a analizar las falacias de McIntyre. La primera de todas es que la reconstrucción de temperaturas de los dos últimos siglos no sólo se han basado en la reconstrucción dendrológica de Briffa. Briffa podría ser un secuaz de Al Gore, comeniños, y más malo que la tiña, los datos dendrológicos menos fiables que un aliado afgano y McIntyre haber adquirido conocimientos de dendroclimatología mirando la wikipedia, como para que pueda pasarle la mano por la cara a toda la comunidad dendroclimatológica (que, la verdad, tampoco la forma mucha gente) que se dejó engañar por Briffa y que en un artículo bajo Peer-Review nadie supo encontrar el fraude.
El problema es que las temperaturas de los últimos siglos no ha sido sólo reconstruida a través de datos dendroclimatológicos. Hay bastantes más… la verdad. En una recopilación bastante rápida hay todos estos artículos publicados al respecto:
Overpeck et al., 1997
Briffa et al., 1998
Jones et al., 1998
Mann et al., 1998
Pollack et al., 1998
Jones et al., 1998
Mann et al., 1999
Mann et al., 2000
Briffa et al., 2001
Esper et al., 2002
Jones and Mann 2004
D’Arrigo et al. 2006
Bradley (2003)
Broecker (2001)
Siendo el de Briffa (2000) el único, junto al clásico que los negacionistas siempre dicen que está mal (sin tener un Paper bajo Peer-Review con que sostenerlo) Mann (1998), los que están supuestamente refutados por McIntyre.
El problema está en que el resto de artículos sometidos a Peer-Review, ni McIntyre, ni la gallina caponata ha podido cuestionarlos. Los datos paleoclimáticos apuntan a la misma dirección, un calentamiento acelerado durante el siglo XX. Sea el crecimiento del coral, los sondeos en sedimentos, la evolución de los hielos continentales, digamos que el Informe paleoclimatológico del IPCC es bastante más sólido como para ser refutado porqué el estudio de Briffa del 1998 tenga una selección sesgada de datos. No por ello está basado en más de 400 artículos sometidos a Peer-Review de diversas disciplinas.
Por cierto, la paleoclimatología es un clásico del negacionismo, afirman que el IPCC no tiene en cuenta a los paleoclimatólogos (cuando el informe paleoclimatológico del IPCC es denso y tiene unas buenas y profundas citas), y siempre siguen sacándolo. Siempre que se quedan sin ideas vuelven con la paleoclimatología, aunque se les demuestre que están equivocados.
En Realclimate, se pueden ver las reconstrucciones de temperaturas de los últimos siglos, y en especial de la últimas décadas, realizada por varias otras medidas proxy, que no deja de recopilar lo publicado bajo Peer-Review anteriormente citado (y que se puede encontrar más a fondo en el informe paleoclimatológico del IPCC).
Otro aspecto interesante es que los datos de temperaturas en superficie de los últimos dos siglos y de satélites de los últimos 30 años, medidos in situ y directamente (no deducidos por datos indirectos como el crecimiento de anillos de árboles), indican que el clima se ha ido calentando durante el siglo XX. Podrán decir los datos proxy de Yamal lo que quieran para la segunda mitad del siglo XX, pero si las temperaturas medidas directamente indican que hay un calentamiento, estas son bastante más fiables, sobretodo si el resto de datos proxy apunta en la misma dirección.
Es cierto que la reconstrucción de datos paleocimatológicos anteriores a la medida directa de temperaturas se ha de mirar con cierto cuidado. Cada dato proxy está sometido a muchos márgenes de error y los datos, además pueden tener diversas interpretaciones. Por ejemplo, los datos proxy de anillos de árboles pueden responder a diversos factores. Por ejemplo, un factor limitante del crecimiento de los árboles es el calor en verano, pero otro es la posibilidad de acceso a agua, recursos o la energía que consumen parásitos y enfermedades de los árboles, etc.
Por ello la reconstrucción de temperaturas del pasado grácias a la palaeoclimatología se basa en varias medidas proxy, no sólo una, ya que es el conjunto de medidas proxy la que nos da unos resultados más sólidos. Y por el momento, imaginándonos que Briffa nos haya timado a todos, el resto de indicadores proxy (y los datos medidos directamente) nos indican que sí ha habido un calentamiento en las últimas décadas.
Los datos de McIntyre son de una zona a cientos de kilómetros de las zonas de Briffa
El problema también está en que la refutación de McIntyre del estudio dendrológico de Briffa es, como mínimo, tan cuestionable como los datos de Briffa.
Por un lado McIntyre ha sacado los datos de internet sin entrar a analizar la fiabilidad de estos, o la solidez de su selección. Entre otras, McIntyre analiza datos de una zona de Yamal que no son las mismas que están en el estudio de Briffa. Para entendernos, la Península de Yamal tiene 120.000 km^2 y se extiende unos 700 kilómetros de norte a sur. En esa superficie (como la de Portugal o 3 veces la de Catalunya, extendida a Norte y Sur en una franja estrecha como la del estado luso), podemos encontrar diversos comportamientos microclimatológicos. De hecho, hay estudios recientes sobre el avance de los árboles en la frontera térmica que indican que sobre la mitad de los árboles no conquistan zonas nuevas debido a que hay otros factores limitantes (como la falta de agua) más allá del calor.
Por ello, la zona de la Península de Yamal que estudia Briffa, un poco más amplia porqué corresponde a 3 regiones de la Península dista unos pocos centenares de kilómetros de los datos que ha seleccionado McIntyre. En el “estudio” de McIntyre no se observa evolución del crecimiento de los árboles durante las últimas décadas del siglo XX como sí se observa en el paper de Briffa. Esto no muestra que Briffa nos haya timado a todos, sinó que en tres de las zonas estudiadas, sobre 4, los árboles han crecido debido a un calentamiento de la zona, y en la cuarta los árboles no muestran esa tendencia. Si McIntyre estuviera en lo cierto (asumiendo que el “estudio” en su blog es tan sólido y pasaría el Peer-Review de los paleoclimatólogos, cosa que no es así) lo único que habría demostrado que el incrementos de temperaturas generalizado en la Península de Yamal tiene algunas excepciones. Eso si el crecimiento de los anillos de los árboles no tuviera que verse influido por otros factores (disponibilidad de agua, la propia variabilidad que tiene la propia edad de los árboles en la muestra que ha escogido, la acidificación del suelo, etc…).
McIntyre y las dificultades de la dendroclimatología
¿Es posible que Briffa, aún cuando no ha seleccionado los árboles a su gusto, haya limitado el estudio a zonas concretas para justificar sus resultados y McIntyre por casualidad ha encontrado datos de una zona de la península de Yamal donde no haya habido ese calentamiento y que Briffa activamente la haya evitado?.
Esa pregunta es más difícil de responder, porqué la dendropaleoclimatología no es una disciplina sencilla, y habría que entrar a los fundamentos que han llevado a que el paleoclimatólogo haya escogido 3 zonas determinadas o si la selección de McIntyre es correcta, metodológicamente se sostiene y es como mínimo tan sólida como la de Briffa.
Por ello la dendropaleoclimatología es una disciplina que requiere un cierto nivel de excelencia investigadora, y no es algo que hagan los amateurs. Para entendernos, yo voy al campo, llego a un bosque semifosilizado y encuentro varias secuencias de anillos de árboles. Grácias al C14 puedo asociar la edad de los árboles (el momento en que se murió) y por tanto tengo poco error para asociar a cada anillo un año determinado. Eso es “relativamente” fácil.
Ahora bien, el conjunto de muestras me darán una variabilidad muy grande, hay árboles que no crecerán tanto y por tanto sus anillos mostrarán un crecimiento menor del que daría por temperaturas, porqué ese año han tenido parásitos, ha habido sequía, o simplemente el árbol está en un suelo ácido o alcalino que limita mucho su crecimiento y ya puedes darle calor que la planta crecerá lánguidamente. Además según la especie la planta tiene un ritmo de crecimiento diferente según la edad, por tanto la anchura de los anillos tendrá que medirse contemplando todas estas variables.
Para el dendroclimatólogo algunos datos son fáciles de ver, los parásitos a veces deja marcas que se mantienen en el fósil y permiten eliminar esa muestra para ese año, otros pueden ver patologías de los árboles en el registro fósil, y las zonas alcalinas, salinas o ácidas se pueden medir in situ y descartar una zona amplia porqué esta dará unos datos que no nos indican el crecimiento de temperaturas. Todo eso es un trabajo que requiere un conocimiento y una suficiencia investigadora profunda. Es algo que no sabe hacer un físico (como yo), un matemático (como McIntyre) o nadie que no sepa dendroclimatología. Lo siento, pero un señor con bata blanca por muy experto que sea en una materia, tiene muchas y serias limitaciones para hacer investigación en otra disciplina que no sea la suya.
Con esto no quiero denostar todo el trabajo de Excel de McIntyre, pero sí que hay una seria diferencia entre lo que McIntyre publica en su blog, y lo que es un Paper sometido a Peer-Review.
Debido a todos estos problemas a la hora de seleccionar muestras dendropaleoclimáticas que den datos significativos sobre las temperaturas del pasado, Briffa seleccionó las que seleccionó, por su calidad y la capacidad de darnos datos útiles. Por ello el artículo de Briffa pasó un Peer-Review, y por ello entre los dendroclimatólogos se sigue considerando actualmente el trabajo de Briffa como sólido y válido. Y por ello, el artículo de McIntyre no pasaría la revisión de una revista indexada de dendropaleoclimatología o en una más genérica como Science o Nature. La dendroclimatología no se trata de seleccionar datos al tuntún, agregarlos y ver que sale.
Keith Briffa ha publicado una respuesta rápida en su web académica, respondiendo al porqué de la selección de datos que realizó, y dando respuesta a los datos que publica McIntyre. Cito algunos párrafos bastante significativos:
The basis for McIntyre’s selection of which of our (i.e. Hantemirov and Shiyatov’s) data to exclude and which to use in replacement is not clear but his version of the chronology shows lower relative growth in recent decades than is displayed in my original chronology. He offers no justification for excluding the original data; and in one version of the chronology where he retains them, he appears to give them inappropriate low weights. I note that McIntyre qualifies the presentation of his version(s) of the chronology by reference to a number of valid points that require further investigation. Subsequent postings appear to pay no heed to these caveats. Whether the McIntyre version is any more robust a representation of regional tree growth in Yamal than my original, remains to be established.
My colleagues and I are working to develop methods that are capable of expressing robust evidence of climate changes using tree-ring data. We do not select tree-core samples based on comparison with climate data. Chronologies are constructed independently and are subsequently compared with climate data to measure the association and quantify the reliability of using the tree-ring data as a proxy for temperature variations.
Briffa muestra una generosidad que McIntyre no merece ya que los científicos debaten las cosas científicas en las revistas indexadas y en artículos bajo Peer-Review o en congresos también con artículos Peer-Reviewed. Que Briffa conteste a McIntyre y le dé alguna pausibilidad de realidad indica más bien la honestidad intelectual de Briffa que la intencionalidad por “timar” que le asocia McIntyre, una persona con la misma formación en dendroclimatología que una ardilla, y sin criterios técnicos o científicos para realizar una muestra que permita sacar alguna conclusión. McIntyre no sabe diferenciar en el registro fósil el crecimiento de un arbol sano de uno enfermo, de un arbol con limitaciones por el tipo del suelo, con otro en un suelo rico en nutrientes y con un PH idóneo, no sabe diferenciar el crecimiento de un árbol con pleno acceso a agua de uno que está sufriendo una sequía. Por tanto es muy difícil, prácticamente imposible, que la muestra de datos de McIntyre proporcione un resultado real de las temperaturas de la zona que él estudia de la Península de Yamal.
Otra explicación sobre la importancia de la elección de las muestras significativas la proporciona Gavin en Realclimate:
There are multiple stages to this whole problem. First off you need the raw data. For tree rings these come from individual trees – some living, some fossil – and in each area people will generally collect many hundreds for tree cores for analysis. Now since each tree only lives a few decades (or a couple of centuries or more if you are lucky), constructing a ‘chronology’ of what has happened in that area over a longer time period is hard. You need to find ways to join up the different individual trees in standardised way that aligns the dates and deals with any potential non-climatic trends in tree ring growth. This gets you into the RCS vs. corridor methods that are the difference between the Russians and Briffa’s treatment of the individual trees. It is at this stage that you don’t pick and choose individual trees based on how you think the final record will pan out. Once you have a standardised long chronology that tells you about tree growth in your study area, you will want to assess what it represents. Depending on your goals to start with, you might have an idea that it will be related to precipitation (if you are in an area where tree growth is constricted by water resources), or (as in Yamal) you might have an a priori expectation that it will reflect summer time temperatures. Now if you want to say something about the medieval period vs the modern at your site, then you need to check whether your chronology actually reflects local temperatures – if it does, that’s well and good. If it doesn’t then it isn’t likely to help with your comparison. -
Conclusión, la dendroclimatología sigue apuntando a un calentamiento global a finales del pasado milenio, igual que el resto de datos directos y medidas proxy.
Aunque los datos proxy del registro dendroclimático estuvieran corruptos, el resto de datos proxy, los datos medidos in situ en estaciones metereológicas y por satélite seguirían confirmando el calentamiento global.
La zona analizada por McIntyre no coincide con ninguna de las zonas analizadas por Briffa, la Península de Yamal es lo suficientemente grande como para tener comportamientos microclimáticos diferentes. Y en su conjunto la mayoría de zonas habrían mostrado un calentamiento global.
La selección de muestras de McIntyre no ha podido superar los filtros que sí se aplican en la dendroclimatología. Que McIntyre no sea dendropaleoclimatólogo y que ningún dendropaleoclimatólogo haya analizado las muestras en las que McIntyre se basa, hace que no pueda descartar las que tienen otros factores limitantes en el crecimiento de los anillos. Simplemente la muestra de McIntyre es menos sólida que la de Briffa por no saber diferenciar si un anillo no crece porqué es un año frío, el árbol sufre una infección, una sequía o vive en un suelo alcalino, ácido o salino.
La selección de muestras de McIntyre se realiza con una visión preconcebida de las temperaturas y se realiza con la intención de encontrar las que refutarían las tesis del IPCC, sin considerar lo anterior (aquellas muestras que nos proporcionan conclusiones más o menos fiables de la evolución de temperaturas y no de otros factores como infecciones o enfermedades arbóreas). La selección de Briffa no es apriorística y se basa en la calidad de estas muestras, las conclusiones surgen después.
Y en definitiva, si McIntyre cree que ha refutado un Paper, lo que debería es presentarlo a una revista indexada de paleoclimatología y presentarlo para comprobar la validez de sus tesis y exponer su teoría al conjunto de expertos en paleoclimatología. ¿Lo hará?, evidentemente que no, como no ha hecho con otros de sus “descubrimiento”, simplemente sus “trabajos” no tienen la calidad y excelencia científica que es exigible.
Por ello, ni asistimos a la caída de las tesis del calentamiento global, ni Keith Briffa se ha demostrado como un malvado científico a sueldo de Al Gore y el comunismo internacional, ni la comunidad científica dendropaleoclimatologica son una panda de ecojipis que no revisan lo que se publica en las revistas científicas por si está lleno de fraudes y no un tipo con una calculadora gorda no es capaz de demostrar lo que ellos no se han podido dar cuenta. La comunidad de científicos dendropaleoclimatólogos es tan seria como la de matemáticos en su propia disciplina.
Simplemente, es una nueva falacia negacionista de turno, la que toca esta semana. Las tesis del IPCC y de la climatología siguen estando tan poco en cuestión como hace un mes, que es al nivel de cualquier “verdad” científica… hasta que no se demuestre lo contrario en una revista indexada sometida a Peer-Review.

http://www.joserodriguez.info/bloc/?p=2315

https://humanpress.forosactivos.net

Volver arriba  Mensaje [Página 1 de 1.]

Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.